Utilizado en medicina ayurvédica desde hace siglos, el raspador de lengua en cobre, ofrece muchos beneficios en términos de higiene bucal. También promueve el equilibrio entre cuerpo y espíritu.
Indice
Los síntomas que llevan al uso de un raspador de lengua
Una infección buco-dental, una lengua blanquecina o un mal aliento se deben a la sobre acumulación de restos celulares y bacterias. La estructura rugosa de la lengua alberga un gran número de protuberancias y surcos, formando una zona ideal para la proliferación de bacterias.
Este fenómeno conocido bajo el nombre de lengua saburral, se puede tratar usando un raspador de lengua además del cuidado bucal diario. El desequilibrio de la microbiota oral está ligado a múltiples razones. Tales como la higiene bucal, dieta, edad, herencia o estado de salud.
Un tratamiento que complementa el cepillado de dientes
En paralelo a la mejora en la higiene bucal gracias al uso del raspador de lengua, en ocasiones es indispensable revisar qué estilo de vida se lleva para vencer las bacterias dañinas y así restaurar el equilibrio de la microbiota oral.
En cualquier caso, el uso de un raspador de lengua permite eliminar el depósito blanquecino y ayuda a solucionar los problemas ocasionados por el mal aliento.
Este ritual ancestral practicado por los médicos ayurvédicos, debe quedar como un tratamiento complementario. No puede reemplazar el cepillado de dientes.
El raspador de lengua mejora la higiene de la parte posterior de la lengua
La lengua tiene la capacidad de limpiarse a sí misma a través del contacto con el paladar. Pero esta acción de frotamiento de lengua no permite limpiar el fondo de la misma ya que no se beneficia de este movimiento reflejo.
La parte posterior de la lengua es, por lo tanto, la parte que más bacterias contiene. Es aquí donde el uso de un raspador de lengua toma toda su dimensión. Su forma en U permite acceder fácilmente a esta parte de nuestra cavidad bucal, a menudo olvidada.
Para llegar a esta zona, hay que sacar la lengua intentando mantenerla relajada. Luego, el raspador debe posicionarse lo más al fondo posible sin inducir al reflejo de deglución o vómito.
Enseguida, se debe raspar ejerciendo una ligera presión sobre la superficie posterior de la lengua. Ir del fondo hacia delante (jamás al revés) con el fin de desescombrar la lengua.
¿Cuáles son las contraindicaciones para el uso de un raspador de lengua?
Una lengua sana no requiere ningún tratamiento en particular. Al contrario, este podría perjudicar la superficie de la lengua. Notablemente también podría alterar las papillas gustativas, causando molestias adicionales, incluso disgeusia (pérdida del gusto).
En caso de úlceras bucales, problemas de irritación o heridas, se debe esperar a que sane completamente antes de usar el raspador de lengua.
Además, si no poseéis un raspador de lengua de cobre, no se recomienda cepillar la lengua con el cepillo de dientes convencional. En efecto, sus cerdas podrían a veces ser demasiado rígidas y dañar la superficie de la lengua.
¿Cuáles son las indicaciones para un buen uso del raspador de lengua?
El mal aliento matinal es en parte causado por las toxinas y residuos de alimentos acumulados durante el día. Aunado a esto, la disminución del nivel de saliva durante la noche favorece la proliferación de bacterias anaeróbicas. Es así que, los beneficios del raspador de lengua ayudan a luchar contra la halitosis. Pero sobre todo, aseguran una perfecta higiene de la cavidad dental.
Para saber más, descubrid nuestro artículo « ¿Por qué escoger un raspador de lengua en cobre? »